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miércoles, 9 de junio de 2010

La enfermedad del gusano del corazon - Dirofilariosis canina

La enfermedad del gusano del corazon - Dirofilariosis canina
Dirofilariosis canina Una enfermedad que crece día a día

La Dirofilariosis canina (Gusano del Corazón) es una enfermedad presente en todo el mundo, antes en la Argentina esta enfermedad solo se conocía en las provincias de Chaco, Formosa, Corrientes, Misiones, Entre Ríos y Santa Fe, actualmente se ha detectado también en zonas de la Provincia de Buenos Aires como Pergamino, Azul, San Nicolás, Tandil, Mar del Plata y Campana. La mayor incidencia ha sido registrada en la zona Norte y Sur del Gran Buenos Aires.

La Dirofilariosis canina ha ido en aumento debido al traslado de los animales de zonas de riesgo a centros turísticos, es así como en Capital Federal día a día se registran mayor número de casos.

La Dirofilariosis canina es causada por un parásito denominado Dirofilaria immitis, que se localiza en su estado adulto en el corazón (de ahí toma el nombre de enfermedad del Gusano del Corazón).


La Dirofilariosis canina es transmitida por los mosquitos:

Cuando un mosquito pica a un animal enfermo, succiona sangre que contiene el parásito.

Dentro del mosquito el parásito se desarrolla a su forma infectante, que se va a localizar en el aparato picador del mosquito y cuando el mismo vuelve a picar a otro animal le deposita dicho parásito debajo de la piel del perro.

A partir de aquí la Dirofilaria llega a la sangre por medio de la herida producida por el mosquito y luego de atravesar distintos tejidos, este se desarrolla hasta ser un parásito adulto y al cabo de tres meses llega al corazón.

A los seis a siete meses después de la infección inicial hay formación de nuevos parásitos dentro del organismo del perro, denominados microfilarias.

En el corazón de los perros, los parásitos jóvenes pueden alcanzar cerca de 6 centímetros de longitud, mientras que las hembras adultas pueden medir 25 a 30 centímetros y los machos entre 13 y 16 centímetros de longitud.

Los síntomas de Dirofilariosis canina en los animales, son un reflejo del número de parásitos y de la duración de la enfermedad. Siendo los más frecuentes: tos y dificultad respiratoria, además pueden presentar fiebre, falta de apetito, intolerancia al ejercicio, pérdida de peso. En general estos síntomas son progresivos durante un lapso de pocas semanas hasta seis meses o más, si el perro no es tratado estos parásitos adultos alteran la circulación sanguínea, causando daños al corazón e incluso producir la muerte del animal.

Por lo general el curso de la Dirofilariosis canina es crónico con un período donde el animal no presenta síntomas, denominado subclínico o asintomático que puede variar de meses a años dependiendo del número de parásitos adultos, de como reacciona el organismo del perro ante la presencia del parásito y del tiempo de infección.

Este período asintomático es muy importante ya que los perros están enfermos a pesar de gozar de buena salud para sus dueños.

Como la mayoría de los animales no presentan síntomas y debido a que la difusión de la enfermedad ha ido en aumento, es necesario realizar la consulta con el médico veterinario quien en su consultorio por medio de un sencillo test (Witness) y en 5 minutos podrá decirle si su mascota se encuentra enferma.

Si el perro tuviera Dirofilariosis canina se debe establecer en que etapa de la misma se encuentra por medio de diferentes estudios: exámen clínico, análisis de sangre, orina, radiografía de tórax y electrocardiograma, con estos estudios el médico veterinario determina cual es el mejor tratamiento para cada animal (Immiticide).

Lo más importante como en toda enfermedad es la prevención, que se puede comenzar a partir de los 45 días de vida por medio del Cardomec Plus que viene en forma de Golosina, es de excelente aceptación por parte de los animales y de gran eficacia, administrándolo una vez por mes, evitamos el contagio de esta grave enfermedad.

La transmisión de la Dirofilaria a los humanos puede ocurrir mediante la picadura del mosquito, provocándole lesión a nivel de la piel o seguir progresando hasta ocasionar una lesión a nivel pulmonar, debido a que esta rara vez se reconoce, la prevención de la dirofilariasis humana depende en parte, de la reducción de la prevalencia de la enfermedad canina.

En la Argentina el número de perros que están expuestos a la Dirofilaria del Gusano del Corazón es cada vez mayor como consecuencia de una continua diseminación de la enfermedad. En parte debida al tránsito de perros de unos lugares a otros y a la adaptación de los mosquitos a climas más fríos.

Donde existan los perros y los mosquitos existe el riesgo de que esta se transmita, por lo que son más recomendables las medidas preventivas.

Al ser la Dirofilaria un parásito que puede afectar a todas las razas de perro de cualquier edad, independientemente que sea un animal de compañía, un perro de campo, un reproductor, que viva adentro o afuera del hogar. Entonces, ¿cuáles son los perros con riesgo de infección?

Todos los perros en la Argentina están expuestos en mayor o menor grado a la enfermedad del Gusano del Corazón y deberían ser protegidos frente a una posible infección mediante la prevención.

Para finalizar, no olvidemos que la mejor manera de mantener sana a nuestras mascotas es consultando al médico veterinario.

Agradecemos la colaboración para la publicación de esta nota a:
Dra. Mónica I. Fernández - Servicios Técnicos Animales de Compañía Laboratorio Merial -

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